lunes, 25 de octubre de 2010

Feliz Día de la Biblioteca














RECORRIENDO CHILE

LA BIBLIOTECA NACIONAL

La Biblioteca Nacional

El 19 de agosto de 1813 los miembros de la Junta de Gobierno publicaron en El Monitor Araucano, el periódico oficial de la época, la Proclama de Fundación de la Biblioteca Nacional. En ella se llamaba a los chilenos a contribuir a la construcción de una “Biblioteca digna de un Pueblo que marcha protegido de la Providencia”, porque “el primer paso que dan los Pueblos para ser sabios es proporcionarse grandes Bibliotecas”. Ese día marca la fundación de la Biblioteca Nacional de Chile, una de las más antiguas de América Latina y una de las primeras instituciones republicanas del país.

Pasado y Futuro
Durante sus casi dos siglos de existencia, la Biblioteca Nacional ha logrado transformarse en el centro bibliográfico más importante del país, prestando diariamente servicio a miles de usuarios y conservando para las futuras generaciones importantes colecciones de periódicos, revistas, literatura nacional y extranjera, fotografía, literatura oral, manuscritos, mapas y música, entre otros.

Depositaria de un valioso legado, en estos 194 años, la Biblioteca Nacional también ha sabido proyectarse al futuro. Gracias a las nuevas tecnologías, ha logrado no sólo mejorar sus servicios, sino también llegar cada día a más personas a través de los sitios de Internet www.memoriachilena.cl, www.chileparaniños.cl y www.bibliotecavirtualdelbicentenario.cl.

Su Historia
La iniciativa de formar en Chile una Biblioteca Nacional nació entre los padres de la Patria a principios de 1813. Fue instalada en el ex Palacio Real de Aduana y sus fundadores fueron los miembros de la junta Gubernativa: don Francisco Antonio Pérez, don Agustín Eyzaguirre y don Juan Egaña. Clausurada durante la Reconquista, y consolidada ya la independencia nacional, la Biblioteca reabrió su salón de lectura al público en el año 1818. Sus primeros directores fueron sucesivamente, don Manuel de Salas, don Camilo Henríquez y don Manuel José Gandarillas.

Por insuficiencia de espacio debido al incremento de sus colecciones, la Biblioteca se trasladó en 1843 a un edificio ubicado en el sitio que hoy ocupa el Congreso Nacional. En 1885, la Biblioteca contaba con unos 60000 volúmenes apretados en salas demasiado estrechas. En 1886, su director, don Luis Montt, obtiene el traslado al Palacio del Consulado, acondicionado para este efecto.

Al tesón de don Carlos Silva Cruz, sucesor de don Luis Montt, se debe la construcción del actual edificio de la Biblioteca Nacional, tras la demolición del antiguo Monasterio de las monjas Claras, situado en la manzana comprendida por Alameda, calle Claras (hoy Mac-Iver), Moneda y Miraflores.

La construcción fue realizada por la Inspección General de Arquitectura de la Dirección de Obras Públicas, de acuerdo al proyecto del arquitecto don Gustavo García Postigo. El programa incluía la Biblioteca Nacional, Museo Histórico y Archivo Nacional. En etapas sucesivas y durante varios años, se inicia en 1914 la construcción del edificio de la Biblioteca con frente a la Alameda hasta 1927, año de su terminación. El Museo Histórico con frente a calle Miraflores se inicia en 1919 para terminarse en 1939. El pabellón Moneda, que se había iniciado en 1930 es inaugurado en 1963. El cuerpo que enfrentaría la calle Mac-Iver, para albergar el Archivo Nacional no se construyó quedando hasta hoy un espacio con jardines. Su planta original concebida en forma de cruz de malta, tiene dos niveles, más piso zócalo y un sector de manzarda, esquema que fue alterado al abandonar la construcción de la proyectada ala poniente.

Su Estilo Arquitectónico
Se inscribe dentro de la arquitectura académica de principios de siglo, inspirada en los postulados de la Escuela de Bellas Artes de París. Sus elementos clásicos, tratados con cierta libertad ordenan la composición de las fachadas y de la arquitectura interior.

En la fachada principal, columnas de doble altura separan los ventanales que iluminan las salas de este cuerpo. La cúpula que se levanta en el eje central destaca su ingreso magnificado por tres vanos altos de arcos de medio punto y seis columnas exentas que acentúan se verticalidad. En un juego armonioso con la fachada principal, las columnas de doble altura exentas en la fachada oriente y adosadas en la fachada norte, constituyen también el elemento principal de composición.

En su interior, las terminaciones que posiblemente son las más finas que hasta la fecha se realizan en un edificio público, fueron encargadas a artistas y artesanos nacionales. Se destaca el trabajo de pinturas murales, obras de los pintores Gordon, Helsby, Courtois y Mori. Los trabajos de composición, ornamentación y tallado artístico en madera o yeso para diferentes elementos constructivos del edificio, fueron ejecutados por Hipólito Eyraud. Enea Ravanello ejecuta las tres puertas de fierro de la entrada principal, Alberto Mattmann ejecuta las balaustradas de fierro y bronce de las escaleras y Santiago Ceppi ejecuta los pisos de mármol y granito artificial.


1 comentario:

  1. este blog me ha parecido muy interesante y las fotografias son toda una historia viviente de las actividades que allí se realizan
    Angélica

    ResponderEliminar